Mensaje de la Sra. Audrey Azoulay,
Directora General de la UNESCO,
con motivo del Día Mundial del Agua
La cuestión del agua, como siempre que se trata del medio ambiente, nos confronta a nuestras contradicciones y nuestra incapacidad de tener en cuenta la fragilidad y escasez de los recursos que usamos en la vida cotidiana.
Esto resulta sobre todo evidente en el caso del agua, que es plenamente un hecho social y humano. No solo porque los humanos no pueden vivir sin beber, sino también porque el agua es esencial para nuestras vidas en su totalidad.
Es, pues, una cuestión con una dimensión sanitaria, como puso de relieve la COVID-19. Aunque el acceso a agua de buena calidad es indispensable para la higiene, en dos centros de salud de cada cinco es imposible lavarse las manos en plena pandemia.
La dificultad de acceso al agua se traduce además en pérdidas de tiempo y, por ende, en pérdidas educativas y económicas. Buscar agua es una carga desigual, que recae mayoritariamente en las mujeres y las niñas. Los 200 millones de horas que dedican cada día a esta tarea son oportunidades perdidas para ellas y nuestra sociedad; concretamente, muchas horas menos para aprender, leer, trabajar e informarse.
Por lo tanto, garantizar el acceso universal a agua de buena calidad es primordial, sobre todo porque, a pesar de que las reservas son limitadas, las necesidades aumentan. Así pues, cerca de 4 000 millones de personas en el mundo ya se ven afectadas por una grave escasez de agua, al menos un mes al año.
Estrés hídrico y cambio climático
El cambio climático empeorará el estrés hídrico en el mundo. De aquí a 2030, si no se toman medidas, la humanidad carecerá del 40% del agua que necesita.
Las consecuencias de esta situación serían incalculables, ya que, como bien sabemos, cuando falta agua, es la sociedad entera la que se agota. De los desplazamientos forzados al incremento de la mortalidad infantil, y de la malnutrición a las tensiones por el acceso a los recursos, la crisis es siempre global.
A pesar de ello, no dejamos de malgastar el agua, y vertemos en el medio ambiente el 80% de las aguas residuales, sin el menor tratamiento.
Una verdadera comprensión es, por esta razón, indispensable para superar esta crisis.
Es por este motivo que anualmente publicamos, con todas las entidades que forman parte de ONU-Agua, el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos.
Se trata de una ocasión para nuestra Organización de presentar las maneras más sostenibles, innovadoras e inclusivas de gestionar este recurso cada vez más preciado, cuyo valor va mucho más allá del simple valor monetario.
Ciertamente, no hay que esperar, citando un aforismo de Benjamin Franklin, que el pozo se seque para conocer el valor del agua.
Este Día es, en consecuencia, un llamamiento a la acción. A todos y cada uno de nosotros, los gobiernos, las asociaciones y las partes interesadas del sector privado, incumbe la responsabilidad de tomar conciencia del valor que tiene el agua, y de actuar para preservar este recurso vital, que confiere a nuestro planeta su característico color. 22/03/2021