A través de todas sus filiales, Repsol aportará más de 39 millones de euros al fondo, mientras que Endesa contribuirá con unos 28,5 millones de euros y Naturgy con más de 22,8 millones de euros, según consta en la orden del Ministerio para la Transición Ecológica por la que se establecen las obligaciones de aportación al fondo para el próximo año.
Además de estas tres compañías, destaca la aportación al fondo por parte de Cepsa, con algo más de 22 millones de euros, Iberdrola, con unos 15,5 millones de euros, BP, con unos 12,8 millones de euros, y Galp, con 9 millones de euros.
La aportación obligatoria al fondo, creado en 2014, se establece, conforme a la metodología diseñada por el Gobierno, en proporción al volumen de ventas de energía. En este caso se ha tenido en cuenta los datos correspondientes a 2017.
En la orden, para el año 2019 se establece un objetivo de ahorro agregado de 262 kilotoneladas equivalentes de petróleo (ktep) o 3.046,51 gigavatios (GWh).
Así, la equivalencia financiera para el año 2019 se establece en 0,789728 millones de euros por ktep ahorrado, o 67.916,58 euros por GWh ahorrado.
En el caso del sector eléctrico, se computa la energía vendida al consumidor final, mientras que en el de los operadores petrolíferos al por mayor se contabiliza la energía vendida al nivel nacional para su posterior distribución al por menor y a consumidores finales durante ese año.
Para realizar la asignación, Transición Ecológica ofrece un desglose de la energía vendida por cada empresa, así como su porcentaje sobre las ventas totales. A partir de ese criterio, se reparte entre las distintas empresas el coste total del fondo de eficiencia.
Las empresas del sector energético obligadas a realizar estas aportaciones han venido recurriendo ante el Tribunal Supremo, por separado o a través de asociaciones empresariales, las cantidades que se les ha obligado a aportar al fondo en los últimos años. 27/03/2019