Durante el pasado ejercicio se comercializaron 1,32 millones de automóviles en España y 759.826 unidades correspondieron a vehículos de gasolina, lo que supone el 57,5 por 100 del total de matriculaciones y 21,7 puntos porcentuales más que las de diésel (35,8 por 100; 473.074 unidades), según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
Desde 1982 hasta 1998, la gasolina era el carburante rey en el mercado español, alcanzado su punto más alto en 1990, con el 86,86 por 100 del total de entregas.
Sin embargo, a partir de 1999, los vehículos diésel superaron en ventas a los de gasolina en un momento en el que el gasóleo se promocionaba como un combustible más respetuoso con el medio ambiente y con el que el cliente circularía más kilómetros por menos dinero.
En la actualidad, y sobre todo después de que saliera a la luz en 2015 el caso del software del grupo Volkswagen que alteraba el control de las emisiones de algunos vehículos diésel, el combustible está reduciendo progresivamente su peso, perdiendo entre 2010 y 2018 más de 35 puntos porcentuales de cuota de mercado.
Declaraciones como las de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que afirmó que el diésel "tenía los días contados", junto con la incertidumbre generada sobre este carburante, han contribuido significativamente a una retracción de la demanda de vehículos de gasóleo.
De este modo, en todo 2018, el 57,5 por 100 de los turismos y de los todoterrenos tenía un motor de gasolina, frente al 35,8 por 100 de los modelos diésel. Los híbridos y eléctricos coparon el 6,6 por 100 de las entregas.
Por su parte, en 2017, el 46,6 por 100 de los coches nuevos matriculados tenía un motor de gasolina, frente al 56,8 por 100 de los modelos diésel. Los híbridos y eléctricos coparon el 5,1 por 100 de las ventas. 04/01/2019