En una resolución no legislativa votada esta semana, los eurodiputados piden que la estrategia comunitaria para el gas natural licuado (GNL) debe hacer más seguros los suministros energéticos, reducir las emisiones de carbono y permitir precios más asequibles.
El pleno de la Eurocámara destacó el papel fundamental del gas natural licuado y el almacenamiento de gas, así como la necesidad de avanzar en términos de eficiencia y de desarrollo de energías renovables con objeto de reducir la dependencia en el gas ruso.
Los parlamentarios europeos creen que doblar la capacidad del gasoducto Nord Stream podría tener efectos adversos sobre la seguridad energética, la diversificación de fuentes de suministro y la solidaridad entre estados miembros. Así, si se construyese el gaseoducto Nord Stream 2 sería necesaria una sólida evaluación de la accesibilidad de las terminales de GNL y un estudio etallado del corredor de gas Norte-Sur, con el objetivo de compensar el cierre de líneas en Europa central y del este.
Los eurodiputados defendieron igualmente que, antes de tomar la decisión de construir nuevas infraestructuras de GNL, se deben estudiar alternativas de suministro desde una perspectiva regional y medioambiental. En este sentido, aseguran que la tasa de uso actual de infraestructuras de almacenamiento se puede mejorar “significativamente” a través de la cooperación regional y las interconexiones adecuadas.
El Parlamento Europeo mostró también su apoyo a la Comisión Europea, al Servicio Europeo de Acción Exterior y a los socios comunitarios en su compromiso “activo” en diplomacia energética para impulsar un mercado global de gas basado en la legislación, en el buen funcionamiento y la transparencia. 26/10/2016