Arabia Saudí se ha situado nuevamente como mayor productor mundial de petróleo, desbancando a Estados Unidos, que ocupaba la primera posición desde la primavera del pasado año 2014, según señala la Agencia Internacional de Energía (AIE), que, además, advierte de una ralentización más intensa de lo previsto en el crecimiento de la demanda mundial de crudo, lo que retrasará más de lo estimado anteriormente el reequilibrio del mercado.
En su último boletín mensual, la AIE señala que la estrategia emprendida por Arabia Saudí en 2014 para defender su cuota de mercado a costa del desplome de los precios del petróleo ha permitido al país “sobrepasar a Estados Unidos como el mayor productor mundial de petróleo”.
De hecho, la agencia subraya que los productores asiáticos de bajo coste de Oriente Próximo, incluyendo a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait e Irak, se encuentran cerca de sus máximos históricos, mientras Irán sigue incrementando con rapidez su oferta desde el levantamiento de las sanciones.
Por el contrario, la oferta de crudo procedente de los productores de mayores costes se ha visto reducida en unos 1,4 millones de barriles al día desde finales de 2014, con Estados Unidos, “antiguo motor del crecimiento de los productores ajenos a la OPEP” protagonizando casi la mitad del descenso.
No obstante, a pesar de la situación creada con la brusca caída de precios registrada a partir del verano de 2014, que ha acarreado un severo ajuste de la inversión, el suministro de petróleo no ha dejado de crecer, mientras la demanda ofrece síntomas de ralentización.
Según los nuevos pronósticos de la AIE, el crecimiento de la demanda mundial de petróleo será menos vigoroso de lo estimado anteriormente, con un incremento de 1,3 millones de b/d en 2016, frente al anterior pronóstico de 1,4 millones, que bajará a 1,2 millones el próximo año.