A su vez, el proyecto permitirá conectar la red eléctrica a la de gas, convirtiendo el exceso de generación de energía renovable en gas compatible con la red. Así, se logrará un doble objetivo: almacenar energía renovable, y compensar emisiones de CO2, al capturarlo para combinarlo con hidrógeno y convertirlo en metano sintético.
El proyecto piloto fue anunciado ayer en Canberra, en una rueda de prensa en la que el responsable de ingeniería de Global Power Generation, Guillermo Alonso, afirmó que “la compañía ofrece una alternativa muy innovadora en el ámbito de almacenamiento de energía, que combina una alta densidad de energía sin hacer necesaria la inversión en infraestructuras de almacenamiento, y ofrece la oportunidad de usar CO2, capturarlo y convertirlo en gas natural sintético”. Alonso añadió que “la tecnología usada en el proyecto piloto puede proporcionar beneficios significativos para la ATC, y además está totalmente alineada con su objetivo de suministrar electricidad 100 por 100 renovable en 2020 y lograr la neutralidad de carbono para 2050”.
Por su parte, el vicepresidente de la ACT y consejero de Medio Ambiente, Simon Corbell, expuso los resultados de las inversiones locales de la reciente subasta de 200MW en generación renovable, y afirmó que “la tecnología de transformación de energía renovable a gas contribuirá de modo relevante hacia un futuro sin emisiones de CO2, pues permite la producción de hidrógeno y gas natural por medio de fuentes de energía renovables, como la eólica y la solar”. Australia mantiene una apuesta firme por las energías renovables.
La multinacional energética, que invertirá aproximadamente 800.000 euros en el proyecto, colaborará con el Energy Change Institute (ECI) de la Universidad Nacional de Australia (ANU) y con ActewAGL Distribution (la compañía de distribución de gas y electricidad de la ACT), para compartir la experiencia y el know-how que Gas Natural Fenosa posee en soluciones de almacenamiento de energías renovables.
Este proyecto se enmarca en la apuesta de la compañía por Australia y en su compromiso con la ACT (Australian Capital Territory), tras el anuncio el pasado 23 de agosto de la adjudicación de 91 MW de potencia de generación para construir el parque eólico Crookwell II, ubicado en el estado de Nueva Gales del Sur, dentro de la ACR (Australia Capital Region), a 90 kilómetros de Canberra, la capital de Australia. Se trata de un contrato de veinte años de duración a tarifa regulada.
La adjudicación forma parte del tercer concurso convocado por la ACT desde 2014 para alcanzar su objetivo de 100 por 100 de energía renovable en 2020, y en este último se han adjudicado 200 MW en dos proyectos eólicos: 109 MW para la fase 3 del parque eólico Hornsdale, propiedad de Neoen, y 91 MW para el parque eólico Crookwell II, que será construido por Global Power Generation.
Gas Natural Fenosa invertirá en este nuevo parque eólico 177 millones de dólares australianos, unos 120 millones de euros, para construir 28 turbinas que suministrarán energía a más de 41.000 hogares en Canberra. La infraestructura entrará en operación en 2018.
Por otra parte, la multinacional energética financiará programas de investigación en colaboración con la Universidad Nacional de Australia y también creará en Canberra el Centro de Energía Renovable de Asia-Pacifico, que gestionará el negocio de energías renovables de Gas Natural Fenosa en la región. 31/08/2016