Sin embargo, la escalada de las tensiones geopolíticas, la falta de inversión y una creciente desconexión entre la innovación en energías limpias y su implementación donde son más necesarias amenazan con frenar el impulso.
El informe Fostering Effective Energy Transition 2025, realizado en colaboración con Accenture, compara el rendimiento de los sistemas energéticos de 118 países en las tres dimensiones de rendimiento, es decir, seguridad, sostenibilidad y equidad, y cinco factores de voluntad: compromiso político; financiación e inversión; innovación; infraestructura, y educación y capital humano.
En 2025, el 65 % de los países mejoraron su puntuación en el índice de transición energética, y registraron un avance del 28 % en las tres dimensiones básicas. Aunque las economías avanzadas tienen problemas con la congestión de la red, los altos precios y los cuellos de botella en el suministro, regiones como la Europa emergente y Asia emergente están avanzando gracias a reformas específicas, mejoras en las infraestructuras y una mayor inversión en energías limpias.
"Los sistemas energéticos están evolucionando a distintas velocidades", afirmó Roberto Bocca, director del Centro de Energía y Materiales del Foro Económico Mundial. "Estamos observando enfoques más holísticos y avances visibles. Es esperanzador que el 28 % de los países, incluidos grandes consumidores y productores energéticos como Brasil, China, Estados Unidos y Nigeria, hayan avanzado en distintas dimensiones. Para seguir por el buen camino, se requieren inversiones urgentes en economías emergentes de rápido crecimiento".
El índice de transición energética de 2025 registró una mejora del 1,1 % interanual, la más alta desde antes de la COVID. En equidad se han registrado las mejoras más fuertes, gracias a la estabilidad de los precios de la energía y los recortes de los subsidios. La sostenibilidad, por su parte, mejoró gracias a una mayor adopción de las energías renovables y a mejoras en la eficiencia energética. Sin embargo, la seguridad de la energía se estancó a causa de la inflexibilidad de los sistemas energéticos, la dependencia de la importación y la falta de diversificación.
Pese a los 2 billones de dólares invertidos en energías limpias en 2024, las emisiones alcanzaron una cifra récord con 37.800 millones de toneladas durante el año más cálido que se ha registrado, ya que la demanda de energía aumentó un 2,2 % a causa de la inteligencia artificial (IA), los centros de datos, la refrigeración y la electrificación.
"La IA es la tecnología más transformadora que hemos conocido nunca y el factor con mayor potencial para crear un futuro energético más inteligente, adaptativo y resiliente", afirmó Muqsit Ashraf, director ejecutivo del Grupo para Estrategia de Accenture.
"Las empresas líderes están utilizando la tecnología, los datos y la IA para acelerar su reinvención y colocar a las personas en el centro del cambio, con el fin último de ser más resilientes y de ofrecer un crecimiento rentable a largo plazo".
Puntuaciones del índice de transición energética de 2025
Suecia, Finlandia y Dinamarca ocupan las primeras posiciones en el índice de transición energética, gracias a su prolongado compromiso político, su sólida infraestructura y a la diversificación de sistemas energéticos de bajas emisiones de carbono. Noruega y Suiza completan el top 5 como resultado de la renovación de los esfuerzos realizados en la transición energética. Austria, Letonia y los Países Bajos les siguen de cerca, con muy buenos rendimientos en equidad, flujos de capitales para energías renovables y la ampliación de su capacidad en energías renovables. Alemania y Portugal cierran el top 10. Entre las 20 primeras posiciones, China alcanzó el puesto número 12 por primera vez, alentado por su escala y el liderazgo en innovación e inversión en energías limpias. Brasil se sitúa en el puesto 15, liderando América Latina con la mejor diversificación energética, los precios más bajos y el incremento del uso de energías renovables. El Reino Unido se sitúa en el puesto 16; Estados Unidos subió hasta el puesto 17 en el listado general y el primer puesto en seguridad energética, gracias a la diversificación de su sistema energético y una fuerte innovación. India avanzó en eficiencia energética y capacidad de inversión, mientras que los Emiratos Árabes Unidos registraron el crecimiento interanual más fuerte en una década, gracias a las rápidas mejoras en infraestructuras, reformas específicas en los subsidios, el incremento del uso de energías limpias y una menor intensidad energética. 18/06/2025