Acompañada por el alcalde de Arbo, Horacio Gil, y otros regidores de la comarca, la responsable autonómica explicó que la planta comenzó a funcionar hace tres semanas y que en estos momentos ya la están utilizando cuatro ayuntamientos (A Cañiza, As Neves y Crecente, además de Arbo), que suman una población de casi 13.500 habitantes.
Tras recordar que esta infraestructura sustituye a la antigua microplanta de A Cañiza, con capacidad para tratar tan solo los residuos del contenedor genérico, explicó que la Xunta invirtió 2,25 millones de euros en las instalaciones de Arbo, preparadas para trasvasar las tres fracciones que recibe la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama) -envases de plástico, latas y briks (bolsa amarilla), fracción resto (bolsa negra) y materia orgánica (bolsa marrón)- y transferirlas a la planta de compostaje de Vilanova de Arousa.
Esta nueva infraestructura de transferencia forma parte de la Red pública diseñada por la Xunta para la valorización de la materia orgánica de origen doméstico, los llamados biorresiduos, una fracción que los ayuntamientos están obligados por ley a recoger separadamente nos sus respectivos términos municipales.
En este sentido y aunque las competencias sobre la gestión de los residuos corresponden a las administraciones locales, el Gobierno gallego mantiene su compromiso de apoyo y colaboración con los ayuntamientos para ayudarles a garantizar el cumplimiento de la normativa vigente en este ámbito, poniendo a su alcance las dotaciones necesarias.
Ángeles Vázquez explicó que la red pública impulsada por su departamento para la gestión de la materia orgánica está compuesta por 17 plantas: 4 dedicadas al tratamiento de los biorresiduos para hacer compost "1 por provincia" y 13 de transferencia "todas dotadas de una tolva específica para el trasvase de la materia orgánica recibida, como paso previo a su traslado hasta la planta de compostaje más próximo".
Al respecto, destacó la buena marcha de los trabajos, tanto en el caso de las instalaciones de nueva construcción como de aquellas remodeladas a partir de otras ya existentes, lo que permite que a día de hoy la red esté ya prácticamente completa.
De hecho, avanzó que, tras la puesta en servicio de la planta de transferencia de Arbo, tan sólo quedan 2 pendientes: la de Riotorto, ya finalizada y que previsiblemente podrá empezar a operar la finales del mes de junio, y la de Vigo, que recibió hace unos días la licencia municipal necesaria para adaptar la planta actual con una tolva reservada a la fracción orgánica.
En este sentido, la conselleira destacó también que la inversión prevista en la puesta en marcha de estas 17 infraestructuras destinadas a la gestión y tratamiento de los biorresiduos en el conjunto de la Comunidad asciende a 45 millones de euros, cuantía cofinanciada por la Unión Europea a través del Programa FEDER de Galicia 2021-2027.