Esta nueva norma conseguirá una ciudad más verde gracias a las medidas de renaturalización, con más vegetación en fachadas y cubiertas; una ciudad con mejores usos dotacionales; una ciudad tecnológicamente preparada, que dé cabida a las nuevas actividades económicas. En definitiva, una ciudad renovada y capaz de satisfacer las necesidades de todos sus habitantes, independientemente de las circunstancias que tengan.
Siete pilares
La modificación de las normas urbanísticas mejora las establecidas desde 1997 y se centra en siete pilares fundamentales a través de una serie de políticas públicas, sólidas y claras.
El primer pilar se basa en el lema ‘Menos es más’ y persigue adecuar el lenguaje y los tiempos de la administración. Establecer unas normas claras para poder realizar trámites en el menor plazo posible, algo que se torna imprescindible en la sociedad actual.
En segundo lugar, se apuesta por el ‘Madrid de siempre y el Madrid de hoy’. Se busca mantener el Madrid actual profundizando en su historia como punto de partida para entender su pasado y su presente, a la vez que apostar por el Madrid del futuro a través de normas actualizadas que permitan generar nuevos usos o modificar los existentes.
El tercer objetivo se basa en la ‘revolución del uso terciario’, para hacer una reordenación del mismo y dar más posibilidades a la ciudad. Asimismo, dentro de este objetivo también se plantea evitar la dotación obligatoria de aparcamiento en las zonas donde no pueden entrar coches, consiguiendo así unos espacios más ordenados y mejorar la movilidad.
‘La generación de más actividad económica para generar más empleo’ se convierte en el cuarto pilar de la norma, con soluciones a nuevas actividades, teniendo siempre en cuenta que lo principal son los habitantes de la ciudad, su descanso y calidad de vida.
Ciudad para vivir
Flexibilizar y coordinar los tiempos de implantación de nuevas dotaciones y equipamientos para ‘generar dotaciones públicas para el S.XXI’ fundamenta el quinto pilar, donde los vecinos siguen siendo la prioridad. Para ello, la nueva norma permitirá construir vivienda tutelada, en suelo dotacional, así como vivienda de integración social en alquiler gracias a la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo, (EMVS). Y se agilizan los procesos para poder dotar a los barrios de los equipamientos que precisen de forma más rápida.
Esta línea enlaza con el desarrollo del sexto pilar que persigue ‘hacer de Madrid la mejor ciudad para vivir’. Nuevas formas de vivienda compartida, conocidas como cohousing y coliving, entran a formar parte de esta normativa para dar soluciones residenciales a los vecinos de Madrid, independientemente de la edad que tengan. Además, la nueva normativa plantea el fomento de viviendas con terraza y que éstas no computen a efectos de edificabilidad, generando así nuevos espacios que deriven en una mejor calidad de vida para los ciudadanos. Asimismo, los edificios rehabilitados también podrán contemplar la creación de estos espacios al aire libre dentro de las viviendas.
El Madrid que viene
Finalmente, la norma abarca también el ‘Madrid que viene’ y que se basa en el establecimiento de incentivos, como el factor verde, que deriven en una ciudad más verde y habitable, profundizando en eficiencia energética, con fachadas más verdes y la puesta en marcha de alicientes en materia de edificabilidad, en definitiva, en mejora del confort.
Madrid es una ciudad viva y ha de evolucionar al mismo ritmo que la sociedad, porque su finalidad es convertirse en la mejor ciudad para venir, para trabajar y para vivir, y el Ayuntamiento, consciente de ello, ha comenzado a dar los primeros pasos que derivarán en el Madrid que todos los vecinos quieren tener, un Madrid presente que mira al futuro. 19/07/2022