Tal y como corroboran los datos y conclusiones del Estudio, el sector urbano del agua puede ser pieza clave dentro de la estrategia europea de salida de la crisis del COVID-19, basada en fomentar la economía circular, la transición ecológica, la digitalización y las nuevas tecnologías adaptadas, en lo que se ha venido a denominar el Green-Deal (Pacto Verde) europeo.
El sector de servicios de agua urbana −profesional y cualificado− tiene capacidad para movilizar con celeridad las inversiones que le sean asignadas. Muchas de las entidades y operadores, públicos o privados, tienen capacidad y solvencia para afrontar proyectos de corto, medio y largo plazo, incluyendo aquellos que requieren de complejos y eficientes modelos de alianzas, público-públicas y público-privadas.
El impulso del sector tendría como resultado apoyar una recuperación económica del país más justa y sostenible, generando actividades de alto valor añadido, a la vez que se contribuiría a crear empleo cualificado y de calidad, que se podría movilizar con celeridad.
En ese sentido, el sector urbano del agua ha realizado una serie de propuestas para materializar, en plazo, los Fondos Europeos en proyectos concretos del ciclo urbano del agua, que suman un total de 13.776 M€, y que están divididos según la siguiente clasificación: resiliencia de las ciudades, 5.735 M€; reutilización, 1.771 M€; mejora de la calidad de las masas de agua, 1.689 M€; eficacia en el uso del agua, 1.225 M€; técnicas de drenaje urbano sostenible (TDUS), 1.190 M€; economía circular, 1.037 M€; control y digitalización, 632 M€; energía renovable, 270 M€; desalación, 138 M€; y eficiencia energética, 89 M€.
Estas propuestas buscan alinearse con los principios de la descarbonización del sector, la digitalización como herramienta para optimizar la gestión, el agua como vector condicionante del urbanismo y la ordenación del territorio en las poblaciones. 10/12/2020