El sector gasista celebra el “ambicioso acuerdo” de la COP21

El sector gasista español se congratula del “ambicioso acuerdo” alcanzado este fin de semana en París, en el marco de la celebración de la COP21. Según el presidente de Sedigas, Antoni Peris, “se trata de un nuevo marco global donde el gas tiene mucho que aportar: la implantación de gas natural para el transporte terrestre y marítimo, y en puertos; la utilización de gas en generación eléctrica, en lugar de combustibles más contaminantes, y una mayor presencia de equipos de climatización a gas en nuestros edificios de servicios y viviendas, forman parte de la solución”.
Según Peris, para la consecución de los objetivos hay dos elementos que están muy interrelacionados: la mejora de la calidad del aire de las ciudades y la reducción de las emisiones de CO2. En este sentido, para el presidente de Sedigas “la mayor parte de medidas que se tomen para reducir la contaminación local, dirigidas a mejorar la calidad del aire que respiramos y la salud de las personas, también contribuirán a reducir las emisiones de CO2, principal causante de los gases de efecto invernadero”.

Peris también considera que es necesario “acelerar las medidas acordadas por la 
Unión Europea en relación con la fijación de un precio adecuado del carbono, que promueva la inversión en tecnologías limpias”.

Según el presidente de Sedigas, “si se cumplen los objetivos europeos de un 40% 
menos de emisiones en 2030, el gas natural podría tener una participación en el mix de energía primaria del 26% al finalizar dicho periodo, en comparación con el 20%
de 2014”.

La aportación del gas

El gas natural vehicular es uno de los casos más evidentes de reducción “drástica” de la contaminación ambiental. En este caso, reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno en un 80%, y reduce en casi su totalidad las partículas sólidas y el azufre. Al mismo tiempo, la utilización de gas implica la disminución de los gases de efecto invernadero en un 20%.

En el caso español, un incremento en la penetración del gas natural en tres puntos porcentuales en el sector transporte para 2030, supondría la reducción de las emisiones de efecto invernadero en un 1% y las emisiones de óxidos de nitrógeno en un 2%, sin ningún coste adicional para los consumidores.

La generación eléctrica es otro de los elementos para el freno del cambio climático. 
En este sentido, la utilización de gas ayuda a disminuir el nivel de emisiones de azufre, nitrógeno, partículas sólidas y también dióxido de carbono. Además, los rendimientos de una central térmica de ciclo combinado se encuentran en torno al 60% en relación con una central convencional (36%) y los tiempos de arranque son muy rápidos, de una hora.

Estas características de los ciclos combinados, además de aportar beneficios para el medio ambiente, proporcionan estabilidad al sistema, ya que actúan como complemento de las renovables, en momentos de bajo funcionamiento de estas energías. En este sentido —dado que el gas natural es el combustible tradicional más limpio—, con el fin de reducir las emisiones, se deberían dar las condiciones necesarias para que los ciclos combinados a gas incrementen significativamente su participación en el mix de generación.

En lo que a la edificación se refiere, una mayor penetración del gas natural en la climatización de los ámbitos residencial y terciario —en lugar de gasóleo, carbón y biomasa— reduciría considerablemente las emisiones de Óxidos de Nitrógeno, Azufre y partículas sólidas, así como los gases de efecto invernadero en los dos primeros casos. 14/12/2015

Portada edición 187 / 2024




    

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