La embarcación, construida por Astilleros de Murueta, en Erandio (Vizcaya), es propiedad del armador español Mureloil y, según ha especificado Cepsa, permite reducir un 30 por 100 el consumo de combustible y un 35 por 100 las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a una convencional.
La compañía señala que “la gabarra evitará la emisión anual de más de 2.000 toneladas de CO2 y, además, cuando está atracada en el puerto no genera emisiones de carbono, lo que contribuye a reducirlas en los puertos en los que opera”.
Este buque híbrido está equipado con cuatro grupos electrógenos que permiten la propulsión eléctrica, además de un sistema de baterías para servicios auxiliares en puerto.
Además de combustibles convencionales, la gabarra híbrida también puede suministrar biocombustibles avanzados, que se pueden utilizar sin necesidad de realizar modificaciones en los barcos y son capaces de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el ciclo de vida hasta en un 90 por 100 respecto a los combustibles fósiles tradicionales, según los cálculos de Cepsa.
La empresa ha destacado que, además del gas natural licuado (GNL) y de los biocombustibles avanzados, contempla suministrar otros combustibles marinos sostenibles, como amoníaco y metanol verdes, una vez se ponga en marcha el recientemente anunciado Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, "el mayor proyecto de hidrógeno verde en Europa".
En ese sentido, la compañía ha recordado que el conjunto de medidas 'Fit for 55' aprobado por la Comisión Europea incluye la iniciativa legislativa FuelEU Maritime, cuyo objetivo es reducir la intensidad de emisión de gases de efecto invernadero de la energía utilizada a bordo de los barcos. 25/01/2023