La planta, que se pondrá en marcha en 2023 y operará Ravago, estará ubicada en la zona franca de Tánger y contará con una capacidad de producción de 18.500 toneladas anuales para satisfacer la demanda de los clientes locales.
Esta nueva fábrica estará dotada con tecnología de vanguardia y se alimentará con resinas base que Repsol produce en la península ibérica. Una vez en Marruecos, se formularán los compuestos de PP destinados a aplicaciones de interior, como paneles de puertas o de instrumentos, aplicaciones de exterior, como paragolpes o sistemas de iluminación, y piezas bajo capó, como las de los sistemas de calefacción y los paneles del motor entre otras.
Repsol comercializará la mayor parte de la capacidad de producción de la planta bajo sus marcas Repsol Isplen y Repsol Impacto, mientras que Ravago fabricará compuestos de poliamida (PA), policarbonato/acrilonitrilo butadieno estireno (PC-ABS) y tereftalato de polibuteno (PBT), también para el sector de automoción.
Con ello, Repsol aumenta su integración con la cadena de valor del sector de automoción local, ofreciendo un mejor servicio en cuanto al suministro de materiales específicos para la fabricación de piezas que necesitan los modelos que se ensamblan en las plantas de Tánger, Kenitra y Casablanca.
El proyecto cuenta además con el patrocinio del Ministerio de Industria marroquí y con el apoyo de los fabricantes de vehículos afincados en el país, como el grupo Renault y Stellantis. 10/03/2022