La agencia prevé en su último boletín que “el crecimiento en 2019 sea el más débil desde 2016, a raíz de la evidencia de la ralentización en la mayoría de las principales regiones y países consumidores, incluyendo Europa, India, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos”.
Las nuevas previsiones de la AIE contemplan que la demanda mundial de petróleo alcanzará este año los 100,3 millones de barriles diarios, frente a los 99,3 millones de 2018, mientras que para el próximo año el consumo global de crudo será de 101,5 millones de b/d.
La AIE subraya que el renovado enfoque en los fundamentos de la demanda y la oferta no significa que los ataques a Arabia Saudí puedan ser ignorados o considerados como de poca importancia, puesto que podrían repetirse otros incidentes de esta naturaleza en la región estratégica del Golfo y causar una interrupción aún mayor: “por ahora, sin embargo, hay pocas señales de esto, ya que los temores por la seguridad (del suministro) se han visto superados por un crecimiento de la demanda más débil y la perspectiva de una oleada adicional de producción de petróleo”.
Asimismo, la agencia destaca que "una lección clave de las últimas semanas es que el mundo tiene una gran póliza de seguro en forma de reservas”, señalando que los stocks comerciales de la OCDE se incrementaron en agosto por quinto mes consecutivo y rondan la cifra récord de 3.000 millones de barriles.
En concreto, las reservas industriales de la OCDE aumentaron en agosto en 20,8 millones de barriles, hasta 2.974 millones de barriles, suficientes para cubrir el consumo de 61,6 días, mientras que los datos preliminares de septiembre apuntan a una caída de los inventarios de la OCDE de 21,7 millones de barriles. 14/10/2019