Por su parte, el beneficio neto ajustado del periodo, que mide específicamente la marcha de los negocios de Repsol sin tener en cuenta el efecto inventario, alcanzó los 616 millones de euros, frente a los 570 millones obtenidos entre enero y marzo de 2017, lo que supone un aumento del 8 por 100.
El negocio de upstream tuvo un comportamiento destacado, con un resultado de 320 millones de euros, un 43 por 100 mayor al obtenido entre enero y marzo del año anterior, gracias a las medidas adoptadas en su plan de sinergias y eficiencias, los mayores volúmenes de producción y la subida de los precios de realización del crudo y del gas posibilitaron este mejor desempeño del área.
El resultado de downstream se situó en 425 millones de euros, en un trimestre en el que las áreas de Marketing, GLP y Trading y Gas & Power tuvieron un comportamiento más positivo. Por su parte, las áreas de Refino y Química se vieron afectadas por las paradas de mantenimiento realizadas en tres de sus complejos industriales.
El ebitda se situó en el primer trimestre del año en 1.804 millones de euros, un 2,2 por 100 menos que los 1.844 millones de euros logrados entre enero y marzo de 2017.
En estos tres meses, Repsol logró una producción de 727.000 barriles Equivalentes de petróleo al día, la mayor desde el año 2012, gracias a la mayor actividad en Libia, la puesta en marcha de Juniper (Trinidad y Tobago), Shaw y Cayley (Reino Unido), Reggane (Argelia) y Kinabalu (Malasia), y la adquisición del campo Visund (Noruega). 04/05/2018