La petrolera atribuye estos resultados a los planes implantados para impulsar y flexibilizar su actividad en el marco actual de bajos precios del crudo. Durante el primer trimestre del año los precios del crudo y del gas de referencia internacional se situaron de media en 53,7 dólares por barril, en el caso del Brent, y en 3,3 dólares por MBtu para el caso del Henry Hub.
El beneficio neto ajustado se situó en 630 millones de euros, frente a los 572 millones del primer trimestre de 2016. Los negocios de la compañía continuaron su senda positiva, con un destacado comportamiento del upstream, que con 224 millones de euros, superó en 207 millones el resultado obtenido en los tres primeros meses de 2016.
En lo que respecta al downstream se mantuvo como gran generador de caja de la compañía, alcanzando los 500 millones de euros, en línea con el resultado del primer trimestre de 2016, con mejoras en las actividades de Trading, Gas & Power, Marketing y de refino en Perú, esto último como consecuencia de la puesta en marcha de la unidad de diésel de bajo azufre.
Esta fortaleza de los negocios de Repsol se reflejó en el Ebitda, que alcanzó los 1.844 millones de euros, un 80 por 100 más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Por otro lado, los proyectos en curso del programa de sinergias y eficiencias materializaron y contabilizaron en el primer trimestre más de 500 millones de euros del objetivo establecido para 2017, y se espera que este año el programa aporte un total de 2.100 millones de euros.
La producción media del trimestre fue de 693.400 barriles equivalentes de petróleo al día, superior a la obtenida al cierre del año 2016 e impulsada por la aportación de Reino Unido, Libia y Brasil.
En exploración, Repsol sumó un nuevo éxito en el inicio del año con el mayor hallazgo de hidrocarburos registrado en los últimos treinta años en suelo estadounidense. 01/05/2017