En cuanto al año fiscal en el que debe declararse el ingreso continúa manteniéndose que el importe de la indemnización se declara en el año en que es firme la sentencia que reconoce el justiprecio.
Por su parte, el importe de los intereses cuyo cobro se reconoce por el retraso de la Administración en abonar el justiprecio, la Dirección General de Tributos establecía que dichos intereses debían declararse en el año que se reconocían, es decir, cuando se reconocían y se acordaba su abono. Según el texto de la reciente Resolución de la Dirección General de Tributos parece que se abandona este criterio de imputación temporal estableciendo que los intereses se declaran junto con el importe del justiprecio el año en que adquiere firmeza la sentencia judicial que declara su derecho al cobro.
Esta nueva postura de Tributos tiene su base en la Doctrina del Tribunal Supremo, así como en una Resolución del Tribunal Económico-Administrativo Central del año 2014. Por último se reitera en la Resolución que el importe de los intereses debe integrarse en la base imponible del ahorro, neutralizándose así en cierta manera la tributación progresiva de los mismos.
Íñigo Martín
Asesor Fiscal
www.aberley.es 30/09/2016